El Señor mismo, con voz de mando... con trompeta de Dios, descenderá del cielo...

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1° Tesalonicenses 4:16

viernes, 26 de marzo de 2010

Las Setenta semanas de Daniel



La profecía de Daniel de las setenta semanas (Daniel 9:24-27) está en la porción de su libro (capítulos 7-12) que revela el plan divino de Dios para los reinos de este mundo.
Al descubrir que Jeremías había profetizado que el exilio de Israel duraría70 años (Jeremías 25:11-12; 29:10); Daniel intercede por Israel para que se haga realidad el cumplimiento profecía con la restauración de Jerusalén y el Templo (Daniel 9:03-19), El arcángel Gabriel fue enviado para explicarle a Daniel las “Setenta semanas” de años (un total de 490 años), el tiempo necesario para compensar que Israel hubiera quebrantado la Ley sabática (2° Crónicas 36:21). De acuerdo con los versículos 25-27, esta etapa se divide en 3 periodos:

1) 7 semanas (49 años),
2) 62 semanas (434 años) y
3) una semana (7 años).


El tiempo se completaría hasta que se alcanzaran seis metas de restauración (Daniel 9:24), incluyendo un tiempo de tribulación para Israel (Daniel 12:01, comp. Mateo 24:21) y el fin de la dominación gentil del mundo (Daniel 12:01 (comp. 9:27; Mateo 24:31; Lucas 21:24-28)).

Los dispensacionalistas interpretan que los primero 483 años (los primeros dos períodos) se cumplieron antes de la muerte del Mesías (Daniel 09:26). La semana restante de siete años, es decir, la semana setenta, terminará con la restauración de Israel. Sin embargo, dado que esto se cumplirá a través de Jesús el Mesías, y debido a que Israel como nación rechazó al Mesías en su primera venida, este tiempo se ha pospuesto.

Cuando se realice el pacto entre Israel y un gobernante gentil futuro (el anticristo), el templó será reconstruido y se restablecerá el sistema de sacrificios. A mitad de este período, una profanación del templo obligará a poner fin al sistema de sacrificios (Daniel 8:13). A este tiempo se lo identifica también con los terribles dolores de parto de los tiempos postreros, y se lo llama “tiempo de angustia de Jacob” (Jeremías 30:07) y “tiempo de angustia” (Daniel 12:01), cuando el malvado gobernante gentil (anticristo) blasfemará contra Dios e invadirá Jerusalén (Daniel 11:36-45).

No obstante, el anticristo que ha traído tal desolación será destruido (comparar 2° Tesalonicenses 1:06-10; 2:04-08; Apocalipsis 11:01-02; 12:06, 13-14; 19:19-21).
El Nuevo testamento confirma la postergación de la semana setenta hasta el período de la tribulación de acuerdo a la secuencia de eventos del discurso del Monte de los Olivos y la sección de juicios del libro de Apocalipsis (caps. 4-19) en cuanto a la profecía de las setenta semanas.

Hay quienes niegan que exista una brecha entre las semanas 69 y 70, afirman erróneamente que una demora profética tan larga sería incongruente con otros pasajes predictivos de las Escrituras. Sin embargo, los aplazamientos proféticos de ninguna manera resultan raros. Por ejemplo, en algunos pasajes, ambas venidas de Cristo se mencionan prácticamente de manera simultánea, pero sabemos que un tiempo indeterminado las separa (Génesis 49:10-12; 2° Samuel 7:13-16; Salmos 2:07-08 (comp. Hechos 13:33; Hebreos 1:05; 5:05) Salmos 22:01-31; 34:14, 16; Isaías 9:01-07; 11:01-02, 11; 52:13; 59:21; 61:01-11 (Lucas 4:16-19; 7:22); Joel 2:28 (comp. Hechos 2:17); Miqueas 5:02-15; Sofonías 2:13; 3:20; Zacarías 9:09-10; Malaquías 3:01-03; 4:05-06).


Por Randall Price

martes, 23 de marzo de 2010

Las Bodas del Cordero


Las bodas del cordero (Apocalipsis 19:07) es una frase que describe con belleza la unión completa y definitiva de Jesucristo con los verdaderos creyentes. Denota una intima relación entre Cristo y los redimidos cual jamás se haya experimentado en esta vida. Es un tipo de relación que nunca estará en peligro ni se podrá romper. A partir del momento de la “Boda” la esposa y Cristo son inseparables.

La frase se basa en la imagen del matrimonio que usaron los escritores del antiguo y nuevo testamento cuando querían transmitir algo acerca de la relación de Dios con quienes forman parte de su pueblo.
Jesús usó las bodas como modelo cuando enseñaba acerca de las relaciones espirituales (Mateo 22:02-14; 25:01-13), y en varias ocasiones se presenta a Cristo como el esposo (Mateo 9:15; Marcos 2:19-20; Juan 3:29). El Apóstol Pablo habló de la relación de la Iglesia con Cristo, en la que ella era su “esposa” (Efesios 5:23-27) y declaró que la había prometido a un único esposo celestial: Jesucristo (2° Corintios 11:01-03). En las bodas del cordero los días de tentación y lucha con el pecado, y la Esposa se presenta a Cristo con total y absoluta pureza.

Apocalipsis 19 estima que las bodas del Cordero tienen lugar en el cielo, y registra la gozosa celebración por el juicio de la gran ramera y la reivindicación de Dios y su pueblo. Las bodas del Cordero (Apocalipsis 19: 07-09) ocurren justo antes de la segunda venida de Cristo a la tierra (Apocalipsis 19-11-16).
Lo más aconsejable es identificar a la Esposa como la verdadera iglesia de Jesucristo, tal como lo hace claramente el Nuevo Testamento (Efesios 5:23SS; 2° Corintios 11:01-03).

Cuando se celebra la boda se ve a la Esposa resucitada y con recompensas, situación que puede significar que ella ha sido arrebatada y recompensada en el tribunal de Cristo. Sin embargo, esta perspectiva de la Esposa pareciera excluir a los Santos del Antiguo Testamento y de la tribulación ya que estos son resucitados y recompensados en la segunda venida. No obstante, es posible que la Esposa pueda crecer y llegar a incluir a otras personas redimidas en los días del Reino (Comparar Apocalipsis 21:01-03; 10-14). Se hace énfasis especial en la hermosa vestimenta de la Esposa (Apocalipsis 19:08).
Su atuendo es de un blanco resplandeciente, que representa su gloria y su pureza. Específicamente se dice que sus ropas son sus acciones justas, el resultado del esfuerzo humano al trabajar por Cristo en las circunstancias adversas de un mundo maldito por el pecado. No obstante, se dice que estas vestimentas le fueron concedidas (Apocalipsis 19:08), lo que revela que a fin de cuentas sus acciones justas son el resultado de la gracia de Dios obrando en ella y a través de ella. De esta manera, la Esposa recibe su recompensa y Dios recibe gran gloria.

Como ocurre en la mayoría de nuestras bodas, se debe hacer una distinción entre la boda y la cena de las bodas. La boda que une a los esposos es seguida por un tiempo de festejo por esta unión (Apocalipsis 19:07-09). Las bodas ocurren en el cielo pero la celebración tiene lugar en la tierra. Esta gran cena de bodas es un cuadro del Reino Milenial de Cristo y quizás del Reino eterno que le sigue. Es una escena de gran gozo que impregnará el reinado del Señor Jesús sobre los redimidos de todas las épocas.

Por Paul Benware

viernes, 19 de marzo de 2010

El Reino Milenial


La Biblia enseña que Jesús regresará a esta tierra. En Hechos 1:11, mientras sus discípulos observaban, Jesús ascendió al cielo y los hombres con vestidos blancos que estaban junto a ellos les dijeron “Varones Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. En Mateo 24:30 leemos “y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”. Apocalipsis 1:07 declara “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron”.Zacarías, hablando en nombre del Señor, dice: “Y mirarán a mí, a quien traspasaron” (Zacarías 12:10).

El propósito de la segunda venida de Cristo es establecer el Reino de Dios sobre la tierra. En su oración modelo, Jesús les dijo a los discípulos que oraran diciendo “Venga tu Reino, hágase tu voluntad, como en el cielos, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Durante el milenio el daño causado por la tribulación será revertido, y Cristo reinará sobre el trono de David (Isaías 9:06-07; Zacarías 12:10). En Apocalipsis 5:10 dice “Y nos has hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Así pues, cuando Jesús venga a reinar, la iglesia reinara con Él. Apocalipsis 20:04 nos dice que nuestro reinado en la tierra durará 1.000 años.

Apocalipsis 5:09-10 habla del nuevo cántico que la iglesia entonará en el cielo proclamando que el Cordero es digno de tomar el libro y abrir sus sellos: “porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.

El Reino de Dios no será comida ni bebida, “sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17). Es en este tiempo que “morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará (Isaías 11:6) “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey” (Isaías 65:25).
Este es el tiempo cuando “amartillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación con nación, ni se ensayarán más para la guerra (Miqueas 4:03).
Las promesas de Dios para Israel incluían bendiciones tanto terrenales como espirituales. Los discípulos de Cristo, que comprendieron los aspectos terrenales de las bendiciones sobre Israel, le preguntaron a Cristo justo antes de su ascensión cuándo cumpliría las bendiciones terrenales y establecería su reino (Hechos 1:06).
Ellos todavía ignoraban que esta fase del Reino de Cristo no tendría lugar hasta el fin de los tiempos. Nuestro propósito y comisión hasta que Cristo regrese es trabajar proclamando su evangelio al mundo (Mateo 24:04).>“Amen; sí, ven (rápidamente), Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).


Por Chuck Smith.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Las Dispensaciones


El dispensacionalismo es la clave interpretativa que saca el cerrojo de las páginas de la escritura, abre la puerta para que entendamos las profecías y orienta nuestra forma de pensar en cuanto el plan de acción divino para la historia humana.

El fundamento de la teología dispensacional está conformado por tres principios complementarios:

1.- El primer principio declara que la biblia siempre debe entenderse de acuerdo al significado evidente y literal de palabras, incluyendo el uso de figuras de lenguaje donde lo indica el contexto.

2.- El segundo principio radica en la premisa de que Dios tiene un plan para Israel como etnia y como nación, un plan distinto del plan para la iglesia del Nuevo Testamento.

3.- El tercer principio del dispensacionalismo es que la historia humana es la forma exterior y práctica de un plan eterno de Dios que culmina cuando Él es Glorificado.

La palabra griega para “dispensación”, oikonomos, significa administración, mayordomía. De manera que una dispensación es una administración distinguible e identificable en el desarrollo del designio de Dios para la historia humana (Efesios 3:02; Colosenses 1:25-26).
Dios administra toda la historia humana como si fuera una gran familia, mueve a los seres humanos a través de etapas secuenciales de su administración. Cada fase o administración está determinada por el grado de revelación que el Señor ha proporcionado hasta ese punto en la historia. Dicha revelación especifica las responsabilidades del hombre, las pruebas en cuanto a esas responsabilidades, y la provisión de gracia divina que provee una solución cuando algo falla.

Aunque casa dispensación tiene características distintivas e identificables las verdades y los principios de la revelación divina y el plan redentor permanecen constantes. La salvación es por gracia, y sólo por fe en Cristo. Antes de la cruz, la fe anticipaba el cumplimiento de la promesa de salvación a través de la obra del Mesías. A partir de la crucifixión de Jesucristo, la fe pone los ojos en el pasado en su expiación sustitutoria y consumada en la cruz. A medida que la revelación divina avanza, se modifican otras características distintivas, como por ejemplo el sacrificio de animales.

A veces los dispensacionalistas difieren en cuanto al número exacto de dispensaciones que se han revelado en la escritura, pero por lo general mencionen las siguientes siete:

1. Inocencia: desde Adán hasta la caída.
2. Conciencia: desde la caída hasta el diluvio.
3. Gobierno Humano: desde el diluvio hasta Abraham.
4. Promesa: desde Abraham hasta Moisés.
5. Ley Mosaica: desde Moisés hasta la Cruz.
6. Era de la Iglesia: desde Pentecostés hasta el Arrebatamiento.
7. Reino Milenial: los mil años literales del Reinado de Jesucristo luego de su segunda venida.

La teología dispensacional nos permite entender correctamente los tiempos proféticos de Dios para con la humanidad.
La era presente no centra su atención en Israel sino en la iglesia como pueblo de Dios. Sin embargo, para que la profecía de Daniel (Daniel 9:27) se cumpla literalmente de la misma manera en que se cumplieron las sesenta y nueve semanas iniciales (Daniel 9:25-26), la iglesia debe ser quitada de la tierra. Sólo entonces Dios comenzará a cumplir todo lo que le prometió a Israel en el Antiguo Testamento.

A este traslado de la iglesia se lo llama el Arrebatamiento (1ª de Tesalonicenses 4:16-17), y muchos dispensacionalistas creen que precede a los últimos siete años de lo que Dios ha decretado para Israel (evento que se conoce como la tribulación).

Estos siete años que técnicamente son la finalización de la era de la Ley Mosaica, comienzan después del arrebatamiento de la iglesia, y culminan con la segunda venida.
De modo que la doctrina del arrebatamiento pretribulacional de la iglesia se halla íntimamente identificada con la teología dispensacional.

Por Robert Dean (h)

sábado, 13 de marzo de 2010

El tiempo en que ocurrirá el arrebatamiento


El “arrebatamiento” es una reunión gloriosa que ocurrirá en el aire cuando el Señor Jesucristo regrese del cielo y se lleve de este mundo a la verdadera iglesia (1ª Tesalonicenses 4:13-18) ¿Cuándo tendrá lugar el arrebatamiento? Hay cinco puntos de vista destacados que intentan responder esta pregunta.
Estos argumentos sitúan el arrebatamiento en diferentes relaciones con respecto al período de la tribulación.

Los cinco puntos de vista:

1.- El arrebatamiento Pretribulacional: este punto ubica el arrebatamiento antes que comience el período de la tribulación. Este punto de vista afirma que la iglesia no pasará por los siete años de la tribulación, ya que estará con el Señor. Los pretribulacionistas llegan a esta posición haciendo una clara distinción entre la manera en que Dios actúa con la iglesia de Cristo y con la nación de Israel. Los que apoyan esta posición creen que Dios se llevara a la iglesia de este mundo para entonces concentrar nuevamente su atención en Israel y en los pactos que hizo con esa nación en el Antiguo Testamento. Además los pretribulacionistas llegan a la conclusión de que debido a que la iglesia está eximida de la ira de Dios (1ª de Tesalonicenses 1:09-10; 5:09), no estará en la tierra durante esos siete años de tribulación.
Esta perspectiva también se adhiere al concepto del inminente (“en cualquier momento”) regreso del Señor Jesús para llevarse a la iglesia, lo que significa que no hay señales ni eventos que deban ocurrir antes del arrebatamiento. Por tanto, el tiempo en que ocurre el arrebatamiento según los pretribulacionistas es más congruente con los textos de la escritura que los otros puntos de vista.

2.- El arrebatamiento Postribulacional: este punto sostiene que el arrebatamiento ocurrirá después que llegue al mundo la tribulación. Por lo tanto, este punto de vista enseña que la iglesia estará sobre la tierra durante la tribulación y que sufrirá los trágicos eventos de este periodo. Los postribulacionistas no consideran que el arrebatamiento y la segunda venida sean eventos separados. Más bien enseñan que puesto que la escritura advierte a la iglesia que habrá persecución y dificultades, está no debe esperar ser eximida del periodo de la tribulación. Por regla general, esta perspectiva niega el inminente regreso de Cristo y no hace una clara distinción entre la iglesia y la nación de Israel.

3.- El arrebatamiento a mitad de la tribulación: este punto asevera que el arrebatamiento ocurrirá a los tres años y medio después de comenzada la tribulación. Este argumento sostiene que la iglesia está exenta de la ira de Dios, pero que esa ira se manifestara únicamente durante la segunda mitad de la tribulación.
Los tribulacionistas medios ven el arrebatamiento como un evento separado de la segunda venida, pero niegan la doctrina del inminente regreso de Cristo.

4.- El arrebatamiento parcial: este punto de vista afirma que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá antes de la tribulación. Los que apoyan el arrebatamiento parcial no creen que todos los cristianos serán llevados por el Señor Jesús en el momento del arrebatamiento, sino que el Señor se sólo se llevará a los cristianos justos y fieles. Según esta perspectiva, los creyentes carnales serán dejados en la tierra para sufrir la experiencia de la tribulación.

5.- El arrebatamiento previo a la ira: este punto de vista es una perspectiva más reciente sobre el arrebatamiento, y sostiene que la iglesia está eximida de la ira de Dios, pero limita el tiempo de la ira a un breve lapso cerca del fin del periodo de la tribulación quizás solo un año y medio. Los que apoyan este enfoque creen que el arrebatamiento ocurrirá cuando hayan transcurrido unas tres cuartas partes de los siete de los siete años de la tribulación.

Por Paúl Benware

miércoles, 10 de marzo de 2010

El Arrebatamiento


El tema profético central para los creyentes de hoy es la venida de Cristo para buscar a los suyos en lo que se conoce como el arrebatamiento o el “rapto” de la iglesia. El único propósito del arrebatamiento es llevar a la iglesia de la tierra al cielo. En el antiguo testamento nunca se menciona el arrebatamiento y Cristo lo revelo por primera vez a sus discípulos en la última noche antes de su crucifixión (Juan 14:1-3).

El pasaje más importante sobre el arrebatamiento es 1° Tesalonicenses 4:13-18. Aquí Pablo describe la escena diciendo que el Señor viene corporalmente en el aire desde el cielo a la tierra y el sonar de una trompeta será la señal para que los cristianos que hayan muerto resuciten. Un momento después, los cristianos que todavía estén vivos también serán arrebatados con aquellos que hayan sido resucitados para unirse con el Señor en el aire. Una vez que se reúnan con el Señor en aire, irán al cielo en cumplimiento de la profecía de ir a la casa del Padre (Juan 14:2-3).
Primera de Corintios 15 revela más sobre el arrebatamiento al decir que tanto los cuerpos humanos de los que han muerto como de quienes aún viven serán instantáneamente transformados en cuerpos adecuados para el cielo (15:51-52).
El nuevo testamento indica que el arrebatamiento y la segunda venida son eventos diferentes:

- En primer lugar, el arrebatamiento es un movimiento de la tierra al cielo que ocurrirá antes de la tribulación, mientras que la segunda venida es un movimiento del cielo a la tierra que tiene lugar al final de la tribulación.

- En segundo lugar la doctrina del arrebatamiento es sencilla. Las profecías sobre el arrebatamiento no mencionan ángeles ni ejércitos celestiales, y tampoco dicen que caerá un juicio sobre la tierra. Sin embargo la segunda venida es un evento complejo que como describe Apocalipsis 19:11-16, tendrá lugar un periodo de muchas horas como una procesión gigantesca de millones de santos y ángeles que se trasladan del cielo a la tierra.

Finalmente en ninguno de los pasajes relacionados con el arrebatamiento se menciona un evento que lo preceda. De hecho la única diferencia sobre el momento en que acontecerá es que ocurrirá antes de la tribulación (La “ira” de Dios, 1° Tesalonicenses 1:10; 5:09). No obstante los pasajes que describen el Regreso de Cristo hablan de muchos sucesos que deben cumplirse antes de que pueda ocurrir la segunda venida.

Mateo 24 registra la descripción que hace Jesús sobre su segunda venida, y Apocalipsis 6-18 nos ofrece muchos detalles sobre los sucesos de la tribulación que la preceden.

La Biblia siempre presenta el arrebatamiento como un evento inminente, algo que puede ocurrir en cualquier momento, aunque no sepamos cuando.

Por otro lado la segunda venida de ninguna manera es inminente; primero deben cumplirse literalmente los eventos proféticos descritos como anteriores a la segunda venida.

La naturaleza inminente del arrebatamiento no solo confronta a las personas con el desafío de recibir a Cristo antes de que sea demasiado tarde, sino que también desafía a los cristianos a vivir con la perspectiva de los valores eternos (Santidad).

Como el arrebatamiento puede ocurrir en cualquier momento en la vida terrenal de los creyentes se interrumpirá, debemos potenciar al máximo nuestro compromiso con Cristo, haciendo todo lo que podamos por el Señor, viviendo rectamente y sirviéndolo a Él y a los demás.
Aunque muchos eventos proféticos futuros son de gran importancia, el arrebatamiento es quizás el más importante para el creyente en Cristo.

Por John F. Walvoord

martes, 9 de marzo de 2010

El arrebatamiento comparado con el regreso de Cristo


El nuevo testamento enseña claramente que Jesucristo vendrá otra vez (Juan 14:3) y que “aparecerá por segunda vez” (Hebreos 9:28).

El Señor dijo a sus discípulos “voy pues a preparar lugar para vosotros". Y si me fuere y preparare lugar, vendré otra vez y os tomare a mi mismo” (Juan 14:2-3), Juan 14 contiene la primera indicación del Señor de que regresara específicamente a buscar a los suyos.

La mayoría de los cristianos evangélicos están de acuerdo en cuanto a la venida de Cristo, pero hay desacuerdo sustancial sobre cuando ocurrirá. Hay ciertas similitudes entre los dos pasajes sobre el arrebatamiento y sobre la manifestación gloriosa (regreso), ya que ambos se refieren a eventos futuros relacionados con el regreso del Señor. Sin embargo, la similitud no significa que se refieran al mismo evento. Los pretribulacionistas (personas que creen que la iglesia no pasara por la tribulación) creen que hay diferencias considerables entre los dos aspectos de la venida Cristo como para interpretarlos como dos eventos separados. Así como las escrituras predijeron dos aspectos de la primera venida de Cristo (su nacimiento en Belén y su muerte en la cruz), también predice dos aspectos de su segunda venida (el arrebatamiento y el regreso).
Los pretribulacionistas dividen la segunda venida de Cristo en dos fases principales:

1. El arrebatamiento de la iglesia y
2. La manifestación gloriosa o regreso de Cristo.


1.- El arrebatamiento de la iglesia: en esta fase el Señor viene a llevarse a los suyos (tanto a los vivos como a los muertos) para estar con él.

2.- La manifestación gloriosa de Cristo: en esta fase, Cristo regresa con los suyos (su iglesia arrebatada) para triunfar en la batalla de Armagedón y establecer su Reino sobre la tierra (Apocalipsis 19-20).

El arrebatamiento se caracteriza como una “transformación” futura en la que Cristo viene a buscar a su esposa y la lleva a la casa de su Padre (Juan 14:3; 1ª Tesalonicenses 4:13-17; 1ª Corintios 15:51-52) aquí toma a la iglesia como su Esposa, y comienza la Cena de las Bodas del Cordero.
Notar que este banquete de Bodas ocurre en el cielo antes del Regreso Triunfal de Cristo (Apocalipsis 19:07-09, 11-16). Los que no siguen el esquema pretribulacional no pueden explicar como la iglesia llego al cielo antes de su regreso con Cristo para la batalla de Armagedón.
Los pretribulacionistas ubican el período de los siete años de la tribulación, entre el arrebatamiento y la manifestación Gloriosa de Cristo. Dicho orden permite que se cumplan los siete años de la semana setenta de Daniel, y claramente separa las dos fases de la segunda venida (Ver Daniel 9:24-27).
El concepto del arrebatamiento, se expresa con los términos bíblicos “arrebatados” (Gr. Harpazo (1ª de Tesalonicenses 4:17)) y “Reunidos” (Gr. Episunagoges (1ª de Corintios 5:04)).

El arrebatamiento tiene lugar cuando el Señor toma a la iglesia, y la lleva a estar ÈL (como en hechos 8:39; 2ª de Corintios 12:02-04; Apocalipsis 12:05). En contraste, Episunagoges se refiere al resultado del “Arrebatamiento” (Harpazo).

Una vez que los cristianos sean alzados en las nubes, serán reunidos con el Señor.
No puede haber un sistema válido de profecías bíblicas sin creer en el arrebatamiento. La iglesia será “arrebatada” y “reunida” con su Señor.
¡La esperanza futura de la iglesia es el arrebatamiento! La iglesia espera al Salvador, que viene para buscar a su “Esposa”.

Por Edward Hindson

El motivo original


Este blog tiene por finalidad explicar las verdades bíblicas sobre el rapto de la iglesia y la segunda venida de Cristo.

Espero que todos aquellos que se deleitan en la profecía biblia, encuentren en este lugar un nuevo manantial donde poder saciar la sed por conocer lo que Dios tiene predefinido para su iglesia.

Dios les bendiga.

Juan Lemuñir
Siervo de Dios