martes, 9 de marzo de 2010
El arrebatamiento comparado con el regreso de Cristo
El nuevo testamento enseña claramente que Jesucristo vendrá otra vez (Juan 14:3) y que “aparecerá por segunda vez” (Hebreos 9:28).
El Señor dijo a sus discípulos “voy pues a preparar lugar para vosotros". Y si me fuere y preparare lugar, vendré otra vez y os tomare a mi mismo” (Juan 14:2-3), Juan 14 contiene la primera indicación del Señor de que regresara específicamente a buscar a los suyos.
La mayoría de los cristianos evangélicos están de acuerdo en cuanto a la venida de Cristo, pero hay desacuerdo sustancial sobre cuando ocurrirá. Hay ciertas similitudes entre los dos pasajes sobre el arrebatamiento y sobre la manifestación gloriosa (regreso), ya que ambos se refieren a eventos futuros relacionados con el regreso del Señor. Sin embargo, la similitud no significa que se refieran al mismo evento. Los pretribulacionistas (personas que creen que la iglesia no pasara por la tribulación) creen que hay diferencias considerables entre los dos aspectos de la venida Cristo como para interpretarlos como dos eventos separados. Así como las escrituras predijeron dos aspectos de la primera venida de Cristo (su nacimiento en Belén y su muerte en la cruz), también predice dos aspectos de su segunda venida (el arrebatamiento y el regreso).
Los pretribulacionistas dividen la segunda venida de Cristo en dos fases principales:
1. El arrebatamiento de la iglesia y
2. La manifestación gloriosa o regreso de Cristo.
1.- El arrebatamiento de la iglesia: en esta fase el Señor viene a llevarse a los suyos (tanto a los vivos como a los muertos) para estar con él.
2.- La manifestación gloriosa de Cristo: en esta fase, Cristo regresa con los suyos (su iglesia arrebatada) para triunfar en la batalla de Armagedón y establecer su Reino sobre la tierra (Apocalipsis 19-20).
El arrebatamiento se caracteriza como una “transformación” futura en la que Cristo viene a buscar a su esposa y la lleva a la casa de su Padre (Juan 14:3; 1ª Tesalonicenses 4:13-17; 1ª Corintios 15:51-52) aquí toma a la iglesia como su Esposa, y comienza la Cena de las Bodas del Cordero.
Notar que este banquete de Bodas ocurre en el cielo antes del Regreso Triunfal de Cristo (Apocalipsis 19:07-09, 11-16). Los que no siguen el esquema pretribulacional no pueden explicar como la iglesia llego al cielo antes de su regreso con Cristo para la batalla de Armagedón.
Los pretribulacionistas ubican el período de los siete años de la tribulación, entre el arrebatamiento y la manifestación Gloriosa de Cristo. Dicho orden permite que se cumplan los siete años de la semana setenta de Daniel, y claramente separa las dos fases de la segunda venida (Ver Daniel 9:24-27).
El concepto del arrebatamiento, se expresa con los términos bíblicos “arrebatados” (Gr. Harpazo (1ª de Tesalonicenses 4:17)) y “Reunidos” (Gr. Episunagoges (1ª de Corintios 5:04)).
El arrebatamiento tiene lugar cuando el Señor toma a la iglesia, y la lleva a estar ÈL (como en hechos 8:39; 2ª de Corintios 12:02-04; Apocalipsis 12:05). En contraste, Episunagoges se refiere al resultado del “Arrebatamiento” (Harpazo).
Una vez que los cristianos sean alzados en las nubes, serán reunidos con el Señor.
No puede haber un sistema válido de profecías bíblicas sin creer en el arrebatamiento. La iglesia será “arrebatada” y “reunida” con su Señor.
¡La esperanza futura de la iglesia es el arrebatamiento! La iglesia espera al Salvador, que viene para buscar a su “Esposa”.
Por Edward Hindson
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario